CASA: 30 años en pro de las juventudes
CASA ha sido, es y seguirá siendo una manera de pensar y sentir a las juventudes, de romper con procesos de estigmatización, de creer en ellas a pesar de las condiciones en que se encuentren...

Dra. María Teresa Almada Mireles / Directora
En CASA estamos celebrando 30 años de trabajo ininterrumpido en favor de las y los jóvenes. Ha sido una larga historia llena de logros, dificultades, retos y experiencias. Resulta difícil hacer en unas líneas un balance. Al escribir estas líneas vienen a mi mente y a mi corazón múltiples rostros de personas que han colaborado a que este proceso colectivo sea lo que es hoy, como también de jóvenes que han pasado a lo largo de estos años.
Durante este tiempo CASA ha pasado por diferentes procesos: de un trabajo comunitario voluntario a la profesionalización, de acciones espontáneas a una amplia red de programas articulados, del trabajo en las calles a la creación de Centros Juveniles, de espacios de educación del tiempo libre a programas de educación formal, de diagnósticos a la construcción de agendas sociales, de sumergirse en la vida cotidiana de las comunidades a una creciente visibilidad y articulación de actores, siempre buscando darles voz y protagonismo a las y los adolescentes y jóvenes, buscando superar las miradas adulto céntricas.
Los contextos y condiciones de las y los jóvenes y la ciudad también han cambiado: del boom de la maquiladora a la extensión de la ciudad; de la migración veracruzana buscando fuentes de empleo a la nacional e internacional buscando el sueño americano; de la marginación del poniente al crecimiento desmedido del suroriente; del consumo de inhalantes a las drogas sintéticas, del barrio cholo a la multiplicidad de culturas juveniles.
Nuestra organización ha sido parte también de diversos procesos de articulación a nivel territorial: de la vinculación con las parroquias, escuelas Maristas y Teresianas a las redes con actores en las diversas zonas hoy; de la lucha por la urbanización y dignificación del poniente, a la batalla por la creación de escuelas y espacios de desarrollo para la infancia y juventud del suroriente. A nivel de la ciudad: del Consejo Ciudadano por el Desarrollo Social, la Mesa de Juventud y la Red de Centros para adolescentes en los 2000 a la Red de Experiencias Juveniles Comunitarias ¡Tira Paro! en la última década. A nivel nacional la Red de Experiencias Especialistas en Juventud y la Red de instituciones que intervienen en situaciones de Sufrimiento Social. A través de ellas y de otros múltiples procesos de trabajo colectivo ha aportado y se ha visto enriquecida mediante el trabajo conjunto con otras organizaciones y actores sociales.
Durante estos años CASA ha tejido una amplia red de trabajo colaborativo con escuelas primarias, secundarias y preparatorias, lideres comunitarios y religiosos, buscando fortalecer el desarrollo y la promoción de mejores entornos para las y los jóvenes. Ha sido formadora de una gran cantidad de liderazgos juveniles y agentes sociales que hoy dirigen otras organizaciones o trabajan en instituciones educativas, programas públicos o privados.
Ha producido conocimiento sobre las y los jóvenes, especialmente los más vulnerables, desarrollando nuevas miradas hacia ellas y ellos, metodologías de trabajo y programas que partan de sus necesidades y culturas, pero que también los conviertan en protagonistas de su propio desarrollo, el de otros jóvenes y la ciudad.
Ha incidido en políticas públicas en el ámbito municipal, estatal y nacional. La de mayor impacto, el Programa ConstruyeT, una política pública para lograr la prevención de riesgos y el impulso de la participación en jóvenes de Bachillerato, que se implementó en más de 2000 bachilleratos de todo el país del 2008 al 2013, colaborando en el diseño del programa y la elaboración de materiales para su implementación y siendo responsable de su operación en el Estado de Chihuahua.
CASA ha pasado también en estos 30 años por diversos territorios, en palabras del poeta Antonio Machado: “He andado muchos caminos; he abierto muchas veredas; he navegado en cien mares y atracado en cien riberas”. Desde los barrios del norponiente, avanzando a nuevos territorios en el poniente y suroriente de Ciudad Juárez, hasta la ciudad de Chihuahua y el municipio conurbado de Aquiles Serdán; recorrió también ciudades medias, zonas urbanas y rurales del Estado de Chihuahua, acompañando a los planteles de Educación Medio Superior a través del Programa ConstruyeT
Pero, sobre todo, CASA ha sido, es y seguirá siendo una manera de pensar y sentir a las juventudes, de romper con procesos de estigmatización, de creer en ellas a pesar de las condiciones en que se encuentren, de construir y realizar sueños, de, como dice el cantautor Silvio Rodríguez: “hablar de lo imposible, porque de lo posible, se sabe demasiado”.
Hoy, a 30 años, CASA es un espacio para cultivar la fe en que otro mundo es posible, para seguir innovando y renovando nuestra apuesta por la juventud y para seguir trabajando por construir, como dice nuestra visión, “Una sociedad en donde adolescentes y jóvenes desarrollan sus habilidades y capacidades, descubren sus potencialidades, ejercen sus derechos, participan en la transformación social y realizan sus sueños, en un entorno pacífico”